El consumo habitual de aceite de oliva, frente a no tomarlo, reduce la mortalidad
El aceite de oliva, alimento clave de la dieta mediterránea, es estudiado por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antihipertensivas, entre otras. Y los estudios, en general, suelen arrojar resultados muy positivos al respecto.
Un buen ejemplo lo representa un trabajo realizado por la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial), que ha reflejado en un estudio prospectivo con población adulta valenciana que este alimento tiene un efecto protector y su consumo -dos o más cucharadas al día-, se asocia a una a un menor riesgo de muerte por todas las causas, por enfermedades cardiovasculares y cáncer.